viernes, 11 de junio de 2010

1eras. PALABRAS DEL PADRE RICARDO

El mandato del Señor: "vayan pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos"(Mt 28, 19), tiene gran resonancia en el documento final de Aparecida, convocando a todos los católicos a vivir su fe con alegría y coherencia; a tomar conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, enviados por el mundo para anunciar el Evangelio.

Actualmente nos encontramos en la etapa de cimentación de las pastorales ya formadas (pastoral familiar, pastoral de liturgia, pastoral juvenil y pastoral catequética) y en la sensibilización y el sentido del compromiso cristiano de todos los fieles de nuestra parroquia.

No hay anuncio del Evangelio si no hay evangelizadores con agradecimiento, fidelidad y compromiso a todo lo que ha hecho Jesús por nosotros. Sin experiencia del amor y amistad de Jesús no hay compromiso, menos evangelizadores.

Confio a nuestra madre la Virgen María, en su advocación en la Virgen de Loreto, nuestra patrona fiel y comprometida al Evangelio de su hijo, este nuevo impulso de renovación parroquial.

Concluyo con estas palabras motivadoras del mensaje final de los obispos en aparecida: “Creemos y Esperamos”. Bendiciones.

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